La evolución que ha venido desarrollando Internet y sus diferentes aplicaciones en las últimas décadas se hace cada vez más evidente, ya que de ella se están derivando cambios importantes que afectan a las interrelaciones entre los seres humanos y, como consecuencia directa, a la puesta en práctica de los procesos educativos.

En este trabajo analizamos las posibilidades que las nuevas tecnologías, en general, y del uso de Internet, en particular, pueden proporcionarnos para la creación de nuevos escenarios que nos ayuden a mejorar la calidad de los procesos formativos. Hablamos naturalmente de las plataformas virtuales.

Sobre la revolución tecnológica en la que nos encontramos inmersos de un tiempo a esta parte, mucho se ha hablado ya, siendo también mucho lo que todavía queda por decir. Esta revolución, encabezada con la introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en casi todos los ámbitos de la vida diaria, nos afecta a todos de una forma u otra.

Y es que, aparte de nuestras propias actitudes ante ellas, es indudable, y casi inevitable, el impacto que sobre los procesos informativos y comunicativos está teniendo las denominadas nuevas tecnologías, con un alcance generalizado sobre todas las actividades y ámbitos del ser humano, desde esferas macro y micro económicas, políticas, sociales, culturales, laborales, o formativas, hasta incluso espacios más personales (como la familia, las relaciones sociales…)

Las TIC tienen una enorme capacidad de penetración horizontal; se trata de unas tecnologías que afectan a la mayor parte de las actividades humanas, a la mayoría de las estructuras sociales y a la totalidad de los sectores productivos». Quizá uno de los motivos favorecedores de esta continua, rápida y directa penetración de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de nuestra vida, sea su materia prima, esto es la información, consustancial a toda actividad humana, así como es el distintivo característico del modelo de sociedad imperante en la actualidad: la sociedad de la Información.

Materia prima que a través de las nuevas tecnologías se desarrolla y genera en múltiples códigos y formatos: visuales, auditivas, audiovisuales, textuales de datos, además de hacerlo de manera interconexionada, lo que está promoviendo la aparición de nuevos códigos, lenguajes y normas de uso, que permiten nuevas formas de expresión, como es el caso de los multimedia e hipermedia, los «emoticones» utilizados en el correo electrónico o la «netiquette» como normas para el uso de canales comunicativos como Internet.

Las telecomunicaciones y los «mass media» primero y, posteriormente, las tecnologías telemáticas, cuyo principal protagonista es la red Internet y sus servicios, han sido importantes plataformas del cambio cultural, social y económico para las sociedades de las últimas décadas del siglo XX, convirtiéndose éstas progresivamente en tecnológicas.

Sin la pretensión de acotarla esta sociedad tecnológica puede venir configurada por una serie de características (Cabero, 2000):

• Globalización de las actividades económicas, de comunicación y de información.
• Incremento del consumo y producción masiva de los bienes de consumo.
• Sustitución de los sistemas de producción mecánicas, por otros de carácter electrónicos y automáticos.
• Modificación de las relaciones de producción, tanto social como desde una posición técnica.
• La selección continua de áreas de desarrollo preferente en la investigación, ligadas al impacto tecnológico.
• Flexibilización del trabajo e inestabilidad laboral.
• Aparición de nuevos sectores laborales, como el dedicado a la información y de nuevas modalidades laborales como el teletrabajo.
• Girar en torno a los medios de comunicación y más concretamente alrededor de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, como híbrido resultante de la informática y la telemática. Y como consecuencia de la misma la potenciación de la creación de una infraestructura tecnológica.
• Globalización de los medios de comunicación de masas tradicionales, e interconexión de las tecnologías tanto tradicionales como novedosas, de manera que permitan romper barreras espacio-temporales y el alcance de grandes distancias.
• La transformación de la política y de los partidos políticos, estableciéndose nuevos mecanismos para la lucha por el poder.
• Tendencia a la americanización de la sociedad.
• El establecimiento de principios de calidad y la búsqueda de una rentabilidad inmediata tanto en los productos como en los resultados, alcanzando las propuestas a todos los niveles: cultural, económico, político y social.

Internet era, en sus comienzos, una red telemática que, salvando los problemas de la guerra fría para los que fue creada, permitía intercambiar opiniones a los científicos e investigadores de todo el mundo. Hoy se ha convertido en un fenómeno social y comienza, como apunta Salinas (1999), a ser habitual que las personas naveguen por el ciberespacio, los ciudadanos parece que deben conectarse a Internet si quieren sentirse verdaderamente integrados en la cultura del nuevo milenio.

En estos momentos, además de las informaciones académicas y de investigación, podemos encontrar otras de tipo comercial, de entretenimiento y ocio, etc.

La llegada de las nuevas tecnologías y las posibilidades del uso de Internet en la formación puede mejorar la calidad de los proceso formativos actuando sobre los siguientes aspectos (Cabero y Mercè, 2002):

A. Mayor riqueza del proceso formativo:
• Acceso a más información: mayores oportunidades, mayor facilidad, más económica… el peligro que se puede generar si no se controla y orienta este acceso es el de desbordamiento.
• Acercarse a conceptos complejos y abstractos con una mayor riqueza de lenguajes: sonido, animaciones, vídeos, simulaciones, lenguaje hipertextual y otros.
• Abarcar más contenidos en el proceso formativo: conceptos, actitudes y destrezas. Recuperación del trabajo colaborativo como método de aprendizaje.
• Descargar al profesor de tareas como transmisor de información y potenciar su papel como orientador.
B. Mayor motivación por el aprendizaje:
• Recuperar el protagonismo por parte del estudiante: libertad en el momento, lugar, y hasta en el cómo estudiar. La experiencia aconseja que esta libertad tenga ciertos límites.
• Romper el aburrimiento: la interactividad con los contenidos, la acción-reacción con los recursos, el uso de técnica de juego y descubrimiento para estimular su interés y evitar abandonos.
• Estimular el deseo de superación: aprendizaje con auto-evaluaciones incrustadas de forma continua. Ser consciente de la posibilidad de ir alcanzando metas.
• Factor Internet, moda pasajera pero de momento estimulante para muchos estudiantes.
C. Comunicación entre los agentes educativos:
• Facilidad para resolver las dudas: mayor accesibilidad al profesor, eliminar barreras (más anonimatos: FAQ), dudas entre compañeros…
• Facilitar el aprendizaje mediante el intercambio de opiniones entre iguales y con el profesor.
• Tener más posibilidades de darse a conocer y conocer a compañeros de estudio.
• Reducir los tiempos y mejorar la eficacia en los aspectos administrativos y de gestión académica: matriculación, consulta de expediente, acceso a normas, formularios y plazos.

. Seguimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje:
• Para el educador:
o Tener mayor información sobre la dedicación de los estudiantes al trabajo con la asignatura/curso y de sus resultados.
o Poder intervenir antes de que sea demasiado tarde.
o Facilitar la evaluación continua.
o Evaluar la propia asignatura/curso.
o Permite estudios longitudinales.

Para el estudiante tener información «on line» de su proceso de aprendizaje.
Compartimos con Echeverría (2000) que el espacio telemático, cuyo mejor exponente actual es la red Internet, no es presencial sino representacional, no es proximal sino distal, no es sincrónico sino multicrónico y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y exterior sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar diseminados por diversos países. De estas y otras propiedades se derivan cambios importantes para las interrelaciones entre los seres humanos y, en particular, para los procesos educativos desarrollados tanto en ámbitos formales y no formales.

Las plataformas virtuales: nuevos escenarios para la formación

A principios de la década de los noventa, la mayoría de los materiales didácticos vía Internet se fundamentaban en páginas informativas, complementadas con algunos de los servicios básicos que ofrecían correo electrónico y foros de debate.

Ya a mediados de esta década y con el gran desarrollo de los servicios de esta red de redes se ampliaron las posibilidades interactivas para el desarrollo de la educación social, con nuevas aplicaciones y actividades desarrolladas con potentes lenguajes de programación, como el Java, Javascript, Visual-Basic, o bien, con editores de sitios web, fáciles de utilizar e intuitivos, tales como:

• Dreamweaver/Course Builder: http://www.macromedia.com/software/coursebuilder/
• FrontPage: http://www.microsoft.com/frontpage/
• HoTMetaL Pro: http://www.hotmetalpro.com/
• Page Mill: http://www.adobe.com/

Hasta llegar a la construcción de espacios comunes colaborativos de enseñanza a distancia, abierta, flexible e interactiva, basada en el uso de los medios telemáticos, las denominadas plataformas de teleformación.
Las plataformas de teleeducación permiten la creación y la gestión de cursos completos para la Web sin que sean necesarios conocimientos profundos de programación o de diseño gráfico. Las diferencias principales que existen entre ellas radican en el precio de las licencias de uso, en el abanico de recursos que ofrecen tanto al diseñador/gestor de los cursos como a los estudiantes y en los requerimientos tecnológicos para su instalación y mantenimiento.

Con la llegada de los entornos virtuales de formación los educadores pueden generar nuevos espacios de intervención para la optimización y mejora de su labor profesional, ya que posibilitan un amplio abanico de actuaciones socio educativas, desde la organización de cursos virtuales de formación ocupacional, programas on-line, actividades formativas vía web relacionadas con cualquier ámbito social y/o cultural, hasta la realización a nivel internacional de proyectos virtuales de diversa índole.

Como indica Salinas (1996), las plataformas pueden proporcionarnos, por una parte, la oportunidad de acceder a una diversidad de servicios:

• De obtención de servicios e información estandarizados disponibles en la sociedad (prensa diaria digitalizada, informaciones oficiales…).
• Intercambio de nuevos conocimientos surgidos tanto de la investigación básica y aplicada como de la práctica profesional. Los foros convencionales para este intercambio están cambiando y las redes de telecomunicaciones se presentan como una opción para un intercambio rápido y eficaz.
• De obtención de servicios especializados de información que existen en cada campo académico y profesional y que suelen ser accesibles para los miembros de la disciplina o de la profesión.
• Facilidad para la colaboración y resolver problemas. Este tipo de colaboración es requerida más que el simple intercambio de información. Intercambio de ideas, compartir experiencias y discutir soluciones a las dificultades que se dan entre profesionales.
• Colaboración para crear nuevo conocimiento. Al igual que el anterior, supera el simple intercambio de información. Distintas personas trabajan juntas durante largos períodos para lograr metas compartidas.
• Y, por otra parte, el desarrollo de los entornos virtuales de formación que permitan:
• Un aprendizaje independiente del lugar y tiempo en que se realiza, contribuyendo a que las barreras físicas no sean impedimento en la formación académica de una persona. Igualmente se consigue una enseñanza adaptada al ritmo de vida del alumno, pensando en el caso de aquellas personas que por razones laborales o de cualquier otra índole no puedan ceñirse al horario docente de un centro académico.
• Aumentar la interoperabilidad entre diferentes entornos, el tipo de máquina de un usuario no debe ser una barrera insalvable que le impida acceder a los recursos de un entorno educativo. La utilización de la tecnología JAVA contribuye positivamente a conseguir que todos los usuarios que lo deseen, sea cual sea su plataforma, puedan participar de los cursos propuestos.

La educación en línea, a través de redes informáticas, es una forma emergente de proporcionar conocimientos y habilidades a amplios sectores de la población. Los sistemas asíncronos de comunicación mediada por ordenador proporcionarán la flexibilidad temporal necesaria a las actividades para que puedan acceder a la formación aquellas personas con dificultades para asistir regularmente a las instituciones educativas presenciales debido a sus obligaciones laborales, familiares o personales (Adell, 1997).

En el ámbito de la Educación, van apareciendo nuevos espacios y escenarios de aprendizaje interactivos, orientados a cubrir las nuevas demandas de la sociedad del conocimiento. Inexorablemente van cambiando las variables organizativas, las coordenadas espacio-temporales, las posibilidades comunicativas de los espacios de intervención, exigiendo, por otro lado, que el educador adquiera nuevas destrezas y habilidades para ser un agente activo en la selección y tratamiento de la información en red, constructor del conocimiento y orientador en la recreación cultural de su momento socio-histórico.

En la educación del futuro las nuevas tecnologías van a jugar un papel importante. Su aplicación va a exigir la creación de nuevos modelos de aprendizaje, nuevos procedimientos y estrategias de búsqueda, organización, procesamiento y utilización de la información. Además, habrá que estudiar su efecto en los procesos cognitivos, en la medida en que su aplicación en la enseñanza puede producir un cambio en las representaciones mentales (González, 2000).

Las nuevas tecnologías son ya muchas y espectaculares mientras que cada día nacen más en el mar de la cibercultura. Ya no basta con saber, sino que también es necesario un saber vinculado con los profundos cambios económicos y sociales en marcha, con las nuevas tecnologías, con la nueva organización industrial e institucional, en un mundo crecientemente complejo e interdependiente, que requiere personas con viva inquietud creativa e innovadora, con espíritu crítico, reflexivo y participativo.

Esperamos que esta red de redes pueda convertirse en un futuro no muy lejano en una herramienta que oriente al educador en sus actuaciones socio educativas. Y por otra parte, sea un medio que ayude al cambio, transformación social, integración, solidaridad e igualdad entre los ciudadanos y, finalmente, se convierta en un verdadero servicio universal de participación y solidaridad para el bienestar de la aldea global y para la formación humana del Homo Digitali.