juandon

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En una nueva sociedad deberán hacerse reformas estructurales racionales y una intensa lucha contra la corrupción, lo cuál originará otra concepción del estado que a su vez será más diversificado, sencillo y a su vez, operativo.

Para ello deberemos dar mayor fuerza a las corporaciones municipales-ayuntamientos-anulando a su vez las organizaciones e instituciones intermedias que lo único que hacen es recargar un sistema que de por si, ya no funciona.

Por medio de las tecnologías conectaremos a los ciudadanos con las estructuras y organizaciones necesarias para el funcionamiento cotidiano y para los grandes proyectos a medio y largo plazo.

Tampoco a nadie se le esconde que los dos billones de euros que tenemos de deuda pública a más la “incontable” y poco transparente, deuda privada, es un escollo que si no “descabalgamos”, difícilmente podremos realizar cualquier cambio que sea por lo menos interesante.

Lograr negociar una quita internacional, localmente no tendría ni sentido, posibilitarían filtrar “oxígeno” ya no a las arcas estatales, si no lo más importante, al bolsillo de las personas.

Pero nada de eso está sucediendo, las políticas liberales se han apoderado de la vieja Europa, las bajadas de sueldos medios llega incluso al 20%, con lo que las cotizaciones a la seguridad social son mucho menores, lo cuál hace que las pensiones también bajen (que remedio!) y todo ello arrastra a recortes en los servicios básicos: Educación, Sanidad, y Servicios Sociales.

Tampoco la gran solución social demócrata que años atrás “levantó” Europa, parece tener las cosas nada claras, todo lo contrario, la subida de impuestos que siempre ha recalcado la izquierda provocó un endeudamiento estratosférico, que ahora nos hace estar en vilo y con todas las dudas del mundo.

Con ello quieren revalorizar las pensiones, aumentar las prestaciones sanitarias, una mejora sustancial de la educación y todo con mayores recursos, así como mejores garantías sociales (ley de dependencia). Evidentemente un modelo basado en el gasto-endeudamiento, tampoco puede sostenerse, eso si, los derechos sociales siempre han sido mayores que con la derecha europea.

Estos modelos provocarán en los próximos años una “potente” lucha de clases, ya que con estas medidas, cualquiera de las dos, la clase media, no en sus “picos”, pero si en su parte central, con lo que la polarización entre ricos y pobres aumentará y, con este escenario será imposible bajar el paro, mejorar las condiciones de vida…

Los sueldos bajo y el despido casi “libre” que tenemos ahora, aún hace más insostenible la situación, no solo corto, sino también a medio-largo plazo y todo ello refuerza las posiciones de las empresas de no querer subir los sueldos, ya que con este escenario de costes bajos, pueden presentar cuentas de resultados más holgadas que las que tenían en los últimos cinco años, eso si, a cuesta de una sociedad empobrecida que pasa de “trabajar para vivir” a “vivir para trabajar”, de manera permanente.

 

Todo ello demuestra que esta sociedad no tiene argumentos de peso para innovar con lo que por lo menos debe mantener unas ciertas formas que causen el menor daño posible.

Pero como se visualiza, necesitamos otra sociedad, no otro sistema, queremos una sociedad que se base en las personas, no en lo que tienen esas personas, pero tampoco es de recibo economías de subsistencia las cuáles mantiene las sociedades durante un tiempo en modo “stan bye”, pero que a medio-largo plazo, provocan auténticos “cataclismos”.

Los Estados, con la semántica actual, deben desaparecer, ya que los estados politizados de ahora (democráticos, por supuesto) son “entelequias” del pasado, culturas que nos redirigen a tiempos casi remotos y a maneras de vivir anticuadas en su forndo y en su forma.

Necesitamos formas de vivir donde las personas no tengan que depender de jerarquías verticales, si no de posicionamientos horizontales y diversos, donde la diferenciación aporte valor en lugar de restar expectativas. Los derechos ya no irán separados de las obligaciones, los dos actuarán al unísono y uno sin el otro no tendrá razón de se, con ello conseguiremos una mayor igualdad de las personas como indivíduos y colectivos, pero a su vez una diferenciación particularizada que no les hará “perderse” por el camino, ni quedar excluidos o segregados, como sucede ahora.

De esta forma dispondremos de lo que necesitemos en cada momento, pero nunca lo que tengamos de más será a costa de quitárselo a los demás, este proceso será imposible con el planteamiento expuesto.

Hay que hacer muchos análisis, prognosis y diagnosis de manera permanente y continuada, pero siempre con diferentes puntos de vista no paradigmáticos, eso condicionaría nuestro funcionamiento: globales, diversificadas, por poblaciones, por recursos naturales, ….y entonces empezar a construir y diseñar una arquitectura plurivalente, que se pueda autoregenerar en cada momento y que nunca más deba pasar por procesos burocráticos que fomenten los impedimentos.

Las mismas Constituciones son escollos, por tanto no sirven, no hay que modificarlas, si no prescindir de ellas, no nos valen ya los “dogmas”, pero si las acciones causa-efecto, acción-reacción, si se llevan a puerto como hemos indicado. Para ello nos ayudaremos de la tecnología, de la inteligencia artificial…la cuál puede “dinamitar”, “romper” toda la burocracia actual existente y pasar a ejercer acciones inmediatas y ubícuas, con lo que la localización física y estática, quedará enterrada y pasaremos a una deslocalización móvil, como referente y manera de actuar de todos/as, eso si, siempre bajo la diversidad y nunca más con la uniformización.

De todo este planteamiento que va mucho más lejos que del económico, ya que realmente es el nacimiento de una nueva manera de vivir, (naturalmente habrá que ir desgranando todas las situaciones posibles que se devengan, así como anticiparse-gracias a las tecnologías- a otras que sin estar presentes hoy puedan surgir), derivarán en otros partados que concurriran de manera paralela y conectada entre si, como la educación, la formación, el trabajo, las relaciones sociales, el papel de las tecnologías…

Este artículo quiere ser la “avanzadilla” de lo que será lo que denominamos SOCIEDAD DISRUPTIVA, la cuál construirán otras personas, ya no las que ahora están ocupando lugares de lideraje, responsabilidad…los cuáles seguramente no estarían por la labor de hacerlo, o por tener adquiridos ciertos “tics”, pero también porque los relevos entraman “higienes” necesarias en cualquier nueva etapa de la vida.

Si bien el planteamiento económico actual está basado en premisas equivocadas, tal como se ha demostrado por la propia comunidad internacional (paradigma equivocado), ya que para que exista recuperación y reactivación económica debe haber dinamismo económico y social, inversiones, bajadas de impuestos y aumento del consumo con lo que el trabajo afloraría, acceso a los créditos…, esto significaría ¿que no sería necesario refundar la sociedad? NO, se debe realizar igualmente ya que como solemos comentar, todas las innovaciones , por muy buenas que sean, llegan a “contaminarse”, por lo que en cada ciclo temporal hay que realizar disrupciones necesarias-

 

Si bien en un principio parecía que nos decantábamos por singularizar el proyecto de Educación Disruptiva (aquí estuvo el error), ya que de lo que se trata es de generalizar a lo que queremos llegar, una nueva cultura con valores nuevos de los que emane un paradigma de paradigmas y siempre en posicionamientos abiertos y en red.

Mostraremos un núcleo de la propuesta abierta, en red, interactiva,    multimedia, en movimiento continuo, sin un cierre definitivo. La información en el s. XXI sigue esa dirección, y debemos abanderar esa línea de investigación en el mundo.

 

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