No se puede enseñar nada a un persona, sólo puedes ayudarle a encontrarlo dentro de sí mismo.» (Galileo)
Tal vez el supuesto más básico de nuestra sociedad hace que la educación es que el aprendizaje puede y debe ser producido en las personas. Este supuesto conduce a otra: El aprendizaje es el resultado de un tratamiento por una institución llamada escuela.
Suponemos que las personas – especialmente los niños – no quieren aprender y no aprenderá si se deja a su suerte. Por lo tanto, obligar a los niños de reunir en un mismo lugar durante muchas horas con otros de la misma edad, por lo que podemos «educar» a ellos. Incluso muchas personas que rechazan la escuela tradicional a favor de la educación en el hogar creen que la educación debe ser «hecho para» los niños. Ellos continúan el proceso de manipular a los niños a aprender, así como juzgar su tratamiento y transformación en una variedad de maneras, entonces el diagnóstico de ellos como un problema o incluso una enfermedad si no se aprende lo que los adultos han decidido que necesitan para aprender.
Por desgracia para los niños, esta suposición no es más válida que la que dice que los resultados del tratamiento de bienestar por un hospital. Uno se puede recuperar en un hospital y hay algunas situaciones en las que una estancia en el hospital puede ser la única manera de llegar bien. Pero también hay muchos ejemplos donde los hospitales han obstaculizado el proceso de curación o cuando relativamente bien personas han enfermado en los hospitales, ya sea a través de malos tratos o por contraer enfermedades de otras personas. La mayoría de la gente estaría más sana si tomaban la responsabilidad de su propio bienestar, en lugar de salir corriendo a ser tratado por una institución cada vez que tienen un problema de salud.
Del mismo modo, la gente aprende en las escuelas. Sin embargo, la mayoría de las escuelas no son los únicos – o para muchos, el mejor – el medio ambiente para el aprendizaje. Y eso es porque se centran en la enseñanza más que en el aprendizaje. Los seres humanos no necesitan ser enseñados con el fin de aprender. Nacemos y explorar la interacción con nuestro entorno. Los bebés son aprendices activos, su ardiente curiosidad que los motiva a aprender cómo funciona el mundo. Y si se les da un ambiente seguro y de apoyo, seguirán con hambre de aprender y, por supuesto – en la forma y en la velocidad que más les convenga. De hecho, no se puede evitar que los niños pequeños que están aprendiendo de todo lo que experimentan. Siempre están experimentando con causa y efecto. Y son siempre absorbe la información de su entorno – aprender a caminar, hablar y hacer muchas otras cosas asombrosas.
Alison Gopnik psicólogo cognitivo, que es co-autor de un estudio de investigación llamado «El científico en la cuna», dice cerebros de los bebés son más inteligentes, más rápidos, más flexibles y más ocupada que los adultos. Su investigación ha confirmado que, contrariamente a las creencias tradicionales acerca de los niños, los niños piensan de una manera lógica, llegando a principios abstractos principios y rápidamente. «Ellos piensan, sacar conclusiones, hacer predicciones, buscar explicaciones e incluso hacer experimentos», escribe.
El fallecido Robert White, psicólogo de Harvard de desarrollo, llamó a este instinto de aprender un impulso «hacia la competencia.» Lo que quería decir es que nacemos con la necesidad de tener un impacto en nuestro entorno, para controlar el mundo en que vivimos. No sólo sentarse y esperar para que el mundo vienen a nosotros (a menos que se nos ha dicho que se sentara, estar en silencio y esperar). Apoyamos activamente tratar de interpretar el mundo, para darle sentido.Por supuesto, esta unidad para descubrir significa que estamos constantemente aprendiendo … y experimentar el orgullo que viene con haber aprendido.
Algunos psicólogos consideran que el placer que tomamos de esta unidad de aprender es también su motivación. Tal vez este aspecto hedonista de aprendizaje autodirigido es también su perdición!¿Cómo puede algo tan importante ser tan divertido? ¿Puede realmente ser el aprendizaje sin esfuerzo? Por desgracia, al convertir el aprendizaje en servidumbre forzada – intencionalmente o no – las escuelas de sofocar el deseo natural de descubrir y dominar el mundo.
Lo que resulta es una especie de profecía autocumplida. Porque las escuelas sofocar esta hambre de aprender, el aprendizaje parece ser difícil y suponemos que los niños deben ser motivados para hacerlo. Las herramientas de la manipulación y la motivación son las recompensas y toda una serie de demeaningly «diversión» ejercicios reproducido de libros aburridos. En realidad, las personas no necesitan recompensas externas para aprender. No aprendemos cosas porque el proceso es divertido, sino porque lo que aprendemos nos permite lograr algo. Y este logro es una recompensa suficiente.
Sin embargo, hay más para aprender de lo que parece. En realidad, es un proceso mental muy sofisticado. No importa cuál sea el tema o se lo motivados que estamos, la gente de todas las edades aprenden mejor cuando hay tiempo para la investigación, digresión, para el procesamiento de la información, por inmersión en el proyecto, para actividades espontáneas o incluso desvíos.Nos enteramos por salir del paso los problemas y descubrir la satisfacción del deber cumplido. El aprendizaje es un proceso de comprender las cosas, realizar las conexiones, tener ideas y ponerlas a prueba, correr riesgos, cometer errores sin temor al ridículo o la vergüenza, y volver a intentarlo. Un ambiente óptimo de aprendizaje ofrece oportunidades para explorar, investigar preguntas e ideas.
El descubrimiento lleva a los alumnos a conocer el mundo. Leer novelas chispas un interés por la historia. La creación de un puesto de limonada requiere y desarrolla un conocimiento de la aritmética. La comunicación con los huesos abuela habilidades de escritura creativa. Una conversación sobre la cerca posterior puede dar lugar a la búsqueda entusiasta de un interés común con un amigo como de mente – no porque dos personas comparten la misma edad, pero debido a que comparten una pasión por un tema determinado.
Un verdadero maestro es un facilitador, colaborador y partidario de este proceso de aprendizaje, en lugar de alguien que intenta crear, controlar o manipular el aprendizaje. Este tipo de apoyo requiere el respeto y la confianza del alumno, hablar con ellos, ofrecer oportunidades para la interacción con las personas y las cosas, compartir y aprender de modelos; apoyo a los procesos de riesgos y cometer un error; enriqueciendo el entorno con los libros, bolígrafos, papel y otros materiales; celebrar las buenas ideas y logros satisfactoria; y ayudar a solucionar problemas cuando las cosas van mal. También significa que provee el tiempo para los niños para investigar sus propias ideas, y de ser un observador flexible y paciente de un proceso que no siempre parecen ser secuencial u organizada.
Las escuelas no están diseñadas para este tipo de aprendizaje activo. Pueden suficientes oportunidades no pueda estar presente, tiempo, espacio o la flexibilidad para el aprendizaje autodirigido a tener lugar, a pesar del hecho de que muchos maestros le dirán esto es exactamente lo que están haciendo.
los alumnos activos pueden beneficiarse del acceso a los recursos de personas, pero no exigen la motivación o la coacción de los profesores. Los aprendices activos no necesitan la guía forzada de algún otro programa o plan de estudios. No se necesita tomar lecciones formales impartidos en horas predeterminadas de días reservados especialmente para el aprendizaje.
Tampoco el aprendizaje activo requiere una evaluación o calificación. Los conceptos de «pasar» y «no» en realidad, sólo aplicable a las situaciones donde la educación se concibe como una serie de obstáculos que reducirse, y donde la rendición de cuentas es el resultado final de una perspectiva de la eficiencia económica. Nadie necesita pruebas o grados con el fin de aprender.
Al interferir y tratar de controlar o medir el proceso de aprendizaje natural, eliminamos el placer de los niños en el descubrimiento e inhiben su planteamiento valiente para la solución de problemas.Todos hemos visto ese tipo de interferencia en la acción. Mi hija de dos años de edad, quiso poner en sus propios zapatos. Con orgullo poner el zapato izquierdo en el pie derecho, entonces decididamente pasó diez minutos la creación de un nudo enorme en los cordones. Su abuela, al no ser capaz de ver más, dijo: «Estás haciendo todo mal. Aquí, vamos a la abuela que lo haga por usted!» Mi hija se echó a llorar. Afortunadamente, tuve la valentía de intervenir porque el legado de ese tipo de «ayuda» me dejó con una resistencia a probar algo nuevo por temor a no poder hacerlo perfectamente bien la primera vez.
Cuando las personas están temerosos, confundidos o aburridos, o se han convencido de que algo es demasiado difícil o que son demasiado tontos, que cerrará. La manera más segura de hacer que alguien temeroso de la asunción de riesgos es para demostrar su posibilidad de fracasar, yo lo llamo lo que me pasó en la escuela «aprendido incompetencia». No es de extrañar que nuestras escuelas están llenas de aburrido, frustrado, enojado, pasivo niños que han perdido su capacidad – y el deseo – a la pregunta, la experiencia y aprender.
Aquellos, sin embargo, son los afortunados. Sus compañeros menos afortunados, cuya frustración o baja autoestima les lleva a comportarse mal, son diagnosticados con misteriosa aprendizaje «enfermedades» durante su «tratamiento» en la escuela. Estas enfermedades se llama vagamente déficit de atención o de aprendizaje. Los médicos e investigadores utilizan términos como trastorno de déficit de atención (ADD), el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el tipo de TDA-combinado, el tipo ADD-predominio de la inatención, trastorno Función Ejecutiva (EFD) y la oposición desafiante (ODD). Los padres y maestros a veces sólo lo llaman hiperactividad.
Un cura es entonces establecido, las expectativas de rendimiento académico se bajan y los niños que están aprendiendo enfermos a menudo son separados de sus compañeros. La «cura» es generalmente una droga peligrosa como la Ritalina.
El tratamiento de la mayoría de estos niños con una droga no es necesario. En lugar de ser enfermos mentales, que son más a menudo que no sufren de lo que puede llamarse «discapacidades de la escuela.» La falta de capacidad de concentración, falta de concentración, soñar despierto, excesivamente perjudiciales o destructivos incluso el comportamiento y muchos otros problemas que se observan a menudo se remontan a la influencia de la configuración de la escuela o un estilo inadecuado de la enseñanza, en lugar de a la falta de los estudiantes inherente de capacidad de aprendizaje. Lo que llamamos hiperactividad puede ser causada por la ansiedad, alergias a los alimentos, el aburrimiento o la estimulación excesiva de los videojuegos o la televisión.
Etiquetado de los niños con uno de los llamados «desórdenes» o «discapacidades» es realmente culpar a la víctima, según algunos psicólogos. El sistema que ha fracasado en educar a estos niños luego los castiga por no aprender. En el pasado, estos niños podrían haber sido etiquetados como «soñadores» o «paquetes de energía». Pero fueron pocas veces, o nunca, piensa que tienen una enfermedad psiquiátrica sólo porque no encajaba en una determinada estructura. De hecho, estos niños suelen ser muy creativas, sobresaliendo en la música, la danza, la escritura o inventar – cuando se les permite disfrutar de las actividades
Aunque la institución de la enseñanza no puede ser el mejor lugar para muchos niños de aprender, tiene otras funciones importantes. Exigir que los niños se reúnen en edificios dedicados a un determinado número de horas de lunes a viernes sirve a los padres que necesitan cuidado de niños, maestros a quienes les gusta trabajar horas regulares en puestos de trabajo difícil, y todos los demás en la industria que los servicios de la institución. Pero es hora de admitir a nosotros mismos que el modelo industrial en el que hemos basado nuestro sistema escolar no está diseñado para el beneficio de los educandos. Los niños se han convertido en la justificación de la industria de la escuela – sus productos. De este modo, las escuelas necesitan más niños que los niños necesitan escuelas!
Así que ahora que han cuestionado el supuesto de que la educación se puede hacer a las personas, ¿qué lo reemplazará? Tenemos que empezar por el principio – al confrontar nuestros propios sentimientos sobre el aprendizaje. Debemos empezar por separar lo que realmente contribuye al aprendizaje de lo que las escuelas dicen que es muy útil. Y debemos empezar por confiar en el deseo de los niños y la capacidad de aprender.
Entonces tenemos que observar cómo nuestros hijos aprenden y les proporcionan ambientes donde el aprendizaje puede suceder. Para muchas familias, esto significa que sus unschooling niños. Pero también significa que debemos desescolarizar nuestras comunidades y tal vez toda la sociedad. Todo el mundo – los padres, no padres, abuelos, profesores, políticos, el sector empresarial – deben asumir la responsabilidad de crear y mantener ambientes de aprendizaje.Esto incluye la modelización del comportamiento, haciendo el ambiente seguro, estimulante y respetuosa; facilitar el acceso a los recursos solicitados; consuelo cuando las cosas van mal, y celebrar cuando las cosas marchan bien. Entonces tenemos que salir del camino y no inmiscuirse en el proceso de aprendizaje a menos que se nos invita. De hecho, tenemos que confiar en las personas de todas las edades – miembros de la familia, compañeros de trabajo, vecinos y trabajadores – para resolver las cosas por sí mismos a menos que nos piden ayuda.
Al mismo tiempo, podemos trabajar juntos en nuestras comunidades para crear una sociedad del aprendizaje que eventualmente reemplazar las escuelas como las conocemos. Si nos referimos al modelo de Gardner de las ocho inteligencias, podemos empezar a ver que la vida cotidiana puede ofrecer un espectro completo entorno de aprendizaje que valora las diferencias individuales y se adapta a las capacidades de aprendizaje de cada niño y sus necesidades. Debemos exigir que nuestros políticos utilizar nuestro dinero de los impuestos a las bibliotecas de fondos, museos, teatros y otras instituciones de la comunidad – y sí, incluso los edificios escolares – para que puedan darse el lujo de ofrecer más plazas para personas de todas las edades a explorar, interactuar y aprender (en por iniciativa propia, por supuesto).
Las instituciones deben existir para ser utilizado, en lugar de hacer algo. Si son efectivas, la gente las use. Si son accesibles y estimulantes, es natural que se incuban de auto-organización, los grupos de líquidos de los individuos y las familias que cooperen para utilizar los espacios y recursos para proporcionar experiencias que promover el aprendizaje.
Lo que no debemos hacer es crear nuevas escuelas – ya sean escuelas charter, escuelas privadas o escuelas en el hogar – que perpetúan los viejos supuestos de cómo aprenden los niños o que los controles de vida de los niños
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