Juan Domingo Farnós
La Universidad entra en un paradigma donde “la red” se deja ver en su máxima expresión, tanto por su grado de relaciones entre personas como en aprendizajes y eso parece que le custa asimilarlo a la organización de organizaciones.
Ya nada será igual, es ahora donde las instituciones, organizaciones, así como ciudadanos, ya no dependerán más de si mismos, si no de los demás. Es aquí precisamente donde se manifiesta más claramente la aparición de los nuevos “expertos”, la gente de la calle, que con su #diversidad” van a marcar las líneas dinámicas de este nuevo y apasionante siglo.
La universidad dejará de ser una institución, para pasar a ser un elemento más de esta sociedad que la estamos escribiendo de nuevo dentro de una nueva cultura que aboga por un ecosistema completamente transdisciplinar y en red.
La verdad amigos es que cuando ves que las “elites” de la universidad tiene una postura inmovilista y además beligerante para permanecer en el anquilosamiento y LO PEOR, a sabiendas, es para realizar una función totalmente diferente, bueno ya sabéis que ya lo hacemos y des de hace mucho tiempo, hablar con la sociedad y acompañarles en la fundación de una nueva sociedad que es realmente lo que debemos hacer, pero poro tra parte deben conocer de primera mano lo que sucede en su casa y con sus hijos, no pueden quedar sin conocer las cosas por su nombre y es nuestra RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO hacerlo..
No me valen medias tintas ni “convivir lo viejo con lo nuevo” creo que decirme eso a mi, es o no conocerme nada de nada o sino es así, lo entenderé como una “ofensa” personal y profesional..
Si hablamos del «aprendizaje personalizado,» el aprendizaje del siglo XXI y por tanto también de la universidad, un montón de escépticos temen que podría hacer más daño que bien, especialmente en el contexto de las tendencias más grandes en el mundo académico. Se preocupan de que, entre otras cosas, que los productos personalizados de aprendizaje no serán utilizados para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, sino como más barato y «suficientemente bueno» reemplazos para el trabajo de la facultad. Jonathan Rees, profesor de historia en la Universidad del Estado de Colorado
Algunos abogan porque si se necesitan programas caros que nos ofrezcan algoritmos personalizados, ¿de donde sacarán el dinero las universidades, los centros? Supongo que lo veis, es lo que llamamos u» una excusa del mal pagador», quiere justificar la falta de dinero sin importarles ir en contra de la mejora en su aprendizaje de las personas, inaudito y lo peor, muy preocupante, pero esa opinion subyace en las Universidades, en muchas de ellas, por supuesto, en aquellas a las que nunca deberíamos ir.
«Si nos basamos en el curriculo, nunca llegaremos al personalized learning, si lo hacemos en los individuos, lo lograremos más fácilmente». (juandon)
El alumno construye estructuras a través de la interacción con su medio y los procesos de aprendizaje, es decir de las formas de organizar la información, las cuales facilitarán mucho el aprendizaje futuro, y por lo tanto los psicólogos educativos, los diseñadores de curriculum y de materiales didácticos (libros, guías, manipulables, programas computacionales, etc.) y los profesores deben hacer todo lo posible para estimular el desarrollo de estas estructuras. A menudo las estructuras estan compuestas de esquemas, representaciónes de una situación concreta o de un concepto lo que permite sean manejados internamente para enfrentarse a situaciones iguales o parecidas a la realidad (Carretero, 1994).
El rechazo por los constructivistas de la idea de la necesidad de aprender en un cierto orden y que algunas formas de aprendizaje son sub-ordinadas a otras es atrevida. Requiere botar las expresiones de dominios como los que sugieron Bloom y Gagné, y sus jerárquicas taxonomías.
Es hora de que en la universidad se produzca un profundo debate sobre cómo funcionan las universidades en una sociedad en red. El modelo de siglos de aprendizaje sigue siendo ofrecido por muchas grandes universidades, pero ya no funciona más, sobre todo para los estudiantes que han crecido de manera digital.
Para empezar, las grandes universidades todavía están ofreciendo lo que llamo el modelo de difusión del aprendizaje, donde el maestro es el locutor y el estudiante es el destinatario supuestamente dispuesto para el mensaje unidireccional. Dice así: «Soy un profesor y voy a tener el conocimiento. Prepárese; . Su objetivo es tomar estos datos en su memoria a corto plazo para que pueda recordarlo cuando a mi se me ocurra hacer una prueba (examen)
Hoy por hoy y de eso no hay la menor duda, cuando se ponen notas son las notas del profesor, no las del alumno, es decir, el profesor decide y el alumno acepta o no, pero que remedio le queda…ninguno!.
Todo este proceso ya no se sostiene en la era digital y en una sociedad en RED, con una nueva generación de estudiantes que representan el futuro del aprendizaje. La generación de hoy quieren conversar cuando aprenden, y por tanto, si como no nos cansamos de decir, LA EVALUACION forma parte de cualquier aprendizaje, en sus evaluaciones, TAMBIÉN. A ellos les gusta compartir, están dispuestos a probar cosas nuevas, frustrarse a alta velocidad y luego recomponerse a igual velocidad, algo impensable para el MISTICISMO de la UNIVERSIDAD. Para ellos, la Universidad debe ser divertida e interesante, por lo que deben disfrutar del placer de descubrir cosas por si mismos, no por la de los profesores.

El aprendizaje a lo largo de toda la vida puede definirse ampliamente como un aprendizaje que se lleva a cabo a lo largo de la vida: un aprendizaje flexible, diverso y disponible en diferentes momentos y lugares. El aprendizaje a lo largo de la vida atraviesa sectores, fomentando el aprendizaje más allá de la escolarización tradicional y durante toda la vida adulta (es decir, la educación post-obligatoria). Esta definición se basa en los cuatro pilares de la educación para el futuro de Delors (1996).
a) Aprender a conocer – dominar las herramientas de aprendizaje en lugar de adquirir conocimientos estructurados.
b) Aprender a hacer – equipar a la gente para los tipos de trabajo necesarios ahora y en el futuro, incluyendo la innovación y la adaptación del aprendizaje a los entornos de trabajo futuros.
c)Aprender a vivir juntos y con los demás – resolver pacíficamente los conflictos, descubrir otras personas y sus culturas, fomentar la capacidad comunitaria, la capacidad y la capacidad individuales, la resistencia económica y la inclusión social.
d)Aprender a ser – la educación que contribuye al desarrollo completo de una persona: la mente y el cuerpo, la inteligencia, la sensibilidad, la apreciación estética y la espiritualidad.

Formal, non-formal and informal learning |
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Pero una credencial e incluso el prestigio de una universidad tiene sus raíces en su eficacia como institución de aprendizaje. Si los campus son vistos como lugares donde el aprendizaje es inferior a otros modelos, o peor, lugares donde el aprendizaje es restringido y , el papel de la experiencia del campus serán socavados también. La universidad es demasiado costosa para ser simplemente un campamento de verano prolongado.
El mundo digital está desafiando la noción misma de una institución amurallado que excluye a un gran número de personas. Sin embargo, el modelo era industrial de la educación es difícil de cambiar. Los intereses creados combaten el cambio. Y los líderes de los viejos paradigmas son frustrar la carga para abrazar lo nuevo.
Cambiar el modelo de la pedagogía de esta generación es crucial para la supervivencia de la universidad. Si los estudiantes se alejan de una educación universitaria tradicional, esto va a erosionar el valor de la concesión de credenciales universidades, su posición como centros de aprendizaje y de investigación y como recintos donde los jóvenes tienen la oportunidad de crecer, y precisamente es el camino para acabar con ESTE PROTECCIONISMO MONOLÍTICO Y MONOPOLISTA DE LA UNIVERSIDAD.
Nos dice y posiblemente con toda la razón del mundo una posicion posiblemente demasiado determinista ” la escuela no se puede reformar de esa manera sin que deje de ser escuela, porque al desactivarse la lógica de las paredes se va a transformar necesariamente en otra cosa. Al seguir ese razonamiento, mi intención es cuestionar críticamente también a aquella escuela del siglo XIX, que supuestamente “funcionaba bien” pero no es casual que esté en crisis ahora. Esta crisis no es debido a las tecnologías que surgieron recientemente, como decía antes, sino que esas tecnologías son una de las muchas consecuencias de un cuestionamiento más radical y muy interesante que, por ejemplo, apuntaba a la rigidez del uso del tiempo y del espacio en esas instituciones modernas como la escuela, y a una cierta opresión de las paredes. Me refiero a toda una serie de valores típicos de los siglos XIX y XX que fueron cuestionados en la lucha de los años 60’ y 70’ contra ciertos modos de vida “disciplinarios”, como los llamaría Foucault.

El hecho de que la subjetividad contemporánea se esté transformando me parece que es interesante para DAVID-RIESMAN-1909-2002-, pensar esto, porque “alterdirigido” u orientado hacia los otros es la denominación que el sociólogo David Riesman (Estados Unidos) en los años 1950 le dio a esta nueva forma de construirse a sí mismo, que en aquel entonces era naciente. Esos cambios empezaron a configurarse en la segunda mitad del siglo XX y ahora estarían terminando de consumarse. Se trata de un movimiento complejo: el desplazamiento del eje en torno al cual se construye lo que somos.
Fue en los siglos XIX y XX cuando aparecieron enormes cambios que hacian presagiar que vendría uno de mucho más potente que ya no sería una superposición de elementos a manera de TAXONOMÍAS como la de BLOOM, no el superponer encima una de las otras las distintas civilizaciones ni maneras de entender la via, sino un cambio RUPTURAL, totalmente DISRUPTIVO, que sin pretender que todo empezará de 0, porque sería muy pretencioso de por mi parte afirmarlo, si que esas las subjetividades eran “introdirigidas”, es decir, orientadas hacia adentro de sí mismas, apoyadas en un núcleo considerado interior, oculto e invisible, que podría resumirse en la idea de un psiquismo. La interioridad psicológica es la base de ese sujeto moderno, que se pensaba de ese modo tanto a sí mismo como a los otros e incluso a la condición humana.
Si Freud fue el paladín del diseño cognitivo del siglo XX, el sociólogo David Riesman fue un pionero en pensar esas transformaciones históricas de los modos de ser, de este posterior rupturismo, que ahora llamamos DISRUPCION, pero actualmente hay muchos otros autores que están pensando ese desplazamiento del eje en torno al cual se construye la subjetividad y que, en nuestra sociedad occidental y en creciente proceso de globalización, sería cada vez más alterdirigida, para usar su vocabulario: menos interiorizada o introdirigida, y más volcada hacia la mirada ajena, HACIA LA SOCIALIZACIÓN.
Si el siglo XX lo podemos enfocar como una especie de “INTERIORISMO” y el XXI como una proyección al exterior, como nos dice Paula, Guy Debord denominó “la sociedad del espectáculo”, es decir, una sociedad que se configuró en la segunda mitad del siglo XX y está cada vez más atravesada por las imágenes. Esto también se está terminando de consumar ahora, con la proliferación de pantallas en las cuales construimos cada vez más lo que somos. No sólo en las redes sociales de internet, sino en las más diversas interacciones, incluso como estamos haciendo nosotros aquí, por ejemplo, comunicándonos a través de pantallas y, en esas prácticas, construimos nuestra subjetividad y sociabilidad.
“Esa es mi sociedad , la “casa donde vivo ahora” … Juan Domingo Farnós Miró
28 enero, 2018 at 15:02
Gracias por todos tus aportes.
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28 enero, 2018 at 17:59
Ya sabes que estoy a tu disposicion como conferenciante internacional y para hablar con quien sea con tal de transformar la educacion.
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