JUANDON

Para acotar el trabajo y la función de los Prosumidores Educativos necesitamos tener claro que es elaprendizaje, sus facetas y sus mecanismos de producción y de consumición, así cómo los lugares donde hacerlo y los planteamientos metodológicos y evaluativos que necesitamos

 

podemos acordar que aprender consiste en acumular experiencia reutilizable en el futuro y para ello se necesitan 3 elementos: tiempo, motivación y, sobre todo, mucha práctica. El aprendizaje no es una ciencia que se pueda medir, no es exacto. El conocimiento es el enemigo del aprendizaje ya que aprender equivale a perder cosas, abandonar certidumbres, por eso cuesta tanto trabajo puesto que exige renunciar. El aprendizaje termina donde empieza el conocimiento. El conocimiento es estático, representa el pasado y el presente mientras el aprendizaje es dinámico, es el futuro. El aprendizaje es un proceso, el conocimiento es el resultado de ese proceso.

 

El conocimiento crítico para las organizaciones es inconsciente, intangible e invisible y está en las cabezas de las personas y en su corazón (tienen que querer compartirlo) y lo construye cada individuo a través de su experiencia cotidiana, por tanto seremos nosotros, los PROSUMIDORES EDUCATIVOS, los encargados de realizar estas tareas de sacarlo, y compartirlo.

 

El conocimiento es como la felicidad, se puede tener e incluso se puede explicar a otros pero es muy difícil de explicitar y transferir y casi imposible de gestionar, aunque suene poco amable decirlo. Cuando hablamos de información, decimos ¿Dónde está? (en un diario, en un computador, en un manual) pero cuando hablamos de conocimiento decimos ¿Quién sabe de?, es decir, lo asociamos a las personas.

 

Yo puedo decir perfectamente que sé sobre cocina pero no sé cocinar, por tanto no tengo conocimiento. Pero no puedo decir que sé cocinar pero no tengo conocimiento sobre cocina por que el hacer lleva implícito el conocer. La información tiene atributos tangibles, por ejemplo la información pesa , mide, cuesta pero al conocimiento es difícil asociarle esas características.

 

¿Cuanto pesa el conocimiento, cuanto cuesta, cuanto mide? No se puede tocar y es difícil de medir por eso creer que un examen mide los conocimientos de una persona es la falacia responsable de muchos de los problemas educativos que tenemos. Lo más que podemos comprobar es el resultado de su aplicación, pero será misión nuestra establecer unos parámetros estandarizados para caso personalizado y colectivo o socializador a la vez (Educación Inclusiva)

 

Todos tenemos conocimiento para andar, hablar, leer o comer aunque no necesitamos pensar para ejecutar esas actividades. Si hablamos de conocimiento, no se trata de saber, se trata de hacer. (Roger Schank y E-learning-Inclusivo)u>

 

 

El colegio y la universidad nos han convencido de que aprender consiste en escuchar y repetir (Sé cómo se hace pero no sé hacerlo) en lugar de practicar y equivocarse (Sé hacerlo pero me cuesta explicar cómo lo hago). El inconsciente es el que guía nuestras acciones pero aprende por experiencia repetida. Contar las cosas a los alumnos en un aula es muy poco eficaz, no nos escuchan y además estamos hablando al yo equivocado, debemos aprender de los demás, debemos construir nuestros aprendizajes haciendo, rrealizando, adquiriendo experiencia sobre los mismos.

 

Hay un criterio muy sencillo para identificar cuando un curso (o una actividad cualquiera de formación) es útil. Si el profesor habla mucho o se trata de una sucesión de diapositivas, el curso no va a resultar de gran ayuda. Si el profesor habla poco (y casi únicamente cuando le preguntan) el curso tiene muchas más posibilidades de estar bien diseñado y ser útil porque significa que los alumnos están haciendo tareas y actividades y recurriendo al profesor cuando necesitan ayuda. Es decir, estarán aprendiendo. Es sorprendente la poca atención que se presta a medir las consecuencias de la mala formación. Naturalmente la pregunta es obvia…¿hacen falta los profes?..la respuesta aunque parezca sencilla, no lo es, y tanto que hacen falta e incluso más de esta manera constructivista que de la arcaica de instrucción, los necesitamos para que nos guíen, nos orienten…para que el Sistema que ya lo tenemos a nuestra disposición, no encuentre motivos para volver a imponernos su poder legal y prescriptivo.

 

 

En realidad, los directivos cuando hablan de gestión del conocimiento, se están refiriendo a Información y su confusión tiene una importancia decisiva. Cada vez tenemos más información, estamos sometidos a una verdadera sobredosis diaria desde múltiples fuentes. En Internet no se navega, en Internet se naufraga. Consumimos mucha más información de la que somos capaces de digerir. Sin embargo, al mismo tiempo vivimos con la angustia permanente de que el conocimiento que tenemos no es suficiente Es muy fácil acceder a toneladas de información por los ojos y por los oídos pero eso no implica que automáticamente la convertimos en conocimiento…Saber en internet es quitar, cortar la información, las ideas que no necesitamos y utilizar las que si nos son de provecho (SABIDURÍA DIGITAL)

 

Es urgente desterrar la gravísima falacia de creer que recopilar, distribuir y acumular información (Internet es una fuente inagotable) equivale a generar conocimiento que además se sabrá usar apropiada y eficientemente. Aprenderse de memoria un diccionario no equivale a aprender un idioma.

 

Las organizaciones viven una situación de esquizofrenia: Exigen emprendimiento y creatividad pero castigan los errores y limitan la autonomía de sus miembros. Hablan de trabajo en equipo y colaboración (la base de la gestión del conocimiento) pero incentivan y premian resultados individuales y seleccionan personas entrenadas desde la infancia para competir en lugar de compartir. Las organizaciones jerárquicas buscan la perfección de las tareas y no la innovación de las mismas. Para que la gestión del conocimiento se convierta en una herramienta que aporte valor al negocio, hacen falta algunos cambios sustanciales, y estos los pueden y deben introducir los Prosumidores, cada uno en su campo, en el nuestro, la Educación, los PROSUMIDORES EDUCATIVOSDEBEN IMPONER SU CONOCIMIENTO Y SU sABIDURÍA dIGITAL PARA GESTIONAR EL CONOCIMIENTO EN ESCUELAS Y UNIVERSIDADES, DEBEN SER ELLOS LOS QUE LLEVEN LA BARA DE MANDOv DEL QUEHACER EDUCATIVO DEL PRESENTE Y DEL FUTURO.

 

En realidad, nadie necesita gestión del conocimiento ni e-learning como tales ya que son simplemente medios para lograr objetivos que le importan a la organización. Nadie puede pedir “Hazme un proyecto de gestión del conocimiento” porque esa petición no significa nada en si misma. Se trata, más bien, de definir cuál es el problema que queremos resolver (qué no funciona y cuáles son los indicadores que tengo hoy que así lo atestiguan y qué resultados espero obtener) cuál es la mejor manera de abordarlo y entender si la gestión del conocimiento entrega herramientas adecuadas.

 

La gestión del conocimiento no es patrimonio de un departamento ni de un director o de un knowledge manager. Hay un magnifico libro titulado “Learning to Fly” que resume de una manera genial la experiencia de British Petroleum en el ámbito de la gestión del conocimiento. El significado del título no se entiende hasta el último capítulo y se refiere a cómo ayudan las aves a volar a sus crías. En primera instancia, la madre las apoya y acompaña estando permanentemente presente pero llega un momento en que ellas deben volar por si mismas y en ese momento la madre se retira de escena. En una primera etapa, las organizaciones necesitan un equipo con la responsabilidad específica de sensibilizar, capacitar e instalar en la organización metodologías y tecnologías para la gestión del conocimiento.

 

Sin embargo, la gestión del conocimiento no puede existir permanentemente como un departamento satélite y artificial sino que su finalidad es integrarse naturalmente como parte de las actividades y tareas diarias de cada persona y por tanto de sus responsabilidades. A los profesionales hoy les exigimos que jueguen un triple rol:Trabajar, Aprender y Enseñar.

 

Para ello es necesario alcanzar previamente un grado de madurez organizacional, de incentivos a la colaboración, de tolerancia al error y de apoyo al desempeño de las personas que no es todavía regla co…